Esta,
sin duda, fue la etapa más fácil del trabajo, porque aquí, en la
ESAPA, todos se parecen a María Isabel: "Antes muertos que
sencillos". Por obra y gracia de un ser divino cuyo nombre
desconozco, lo que podría haber sido un auténtico caos como la vida
misma, sin embargo, resultó bastante simple.
Hubo una conversación breve. Algunos alumnos tenían claros sus papeles y otros se repartieron entre todos los que fuimos indecisos. Por supuesto, fui de esas últimas.
Hubo una conversación breve. Algunos alumnos tenían claros sus papeles y otros se repartieron entre todos los que fuimos indecisos. Por supuesto, fui de esas últimas.
Lucía Cobos tenía muy claro su papel, sería la coreógrafa y nos ayudaría a coordinarnos con la mayor paciencia que he visto nunca. Digna de admiración, como cualquier maestro con sus alumnos de infantil. Porque, sin duda, lo parecíamos, sobre todo ese entablado falso.
Encargada
del vestuario, la moderna recién salida de la revista BAZAAR, la que
se sabe todas las colecciones y critica a "Versace" entre
las sombras, Paula de la Fuente sabría poner los puntos sobre las
íes de cualquiera que rehusara su estilismo. Algunas nacieron para
ser Cruella de Vil…
Finalmente,
Hugo y Alba son los encargados del marketing y Sergio Galán y yo de
la escenografía.
Con
esto aprendí una lección: a la hora de elegir una función en un
equipo, mejor escoger alguna que quedarse callada y asumir lo que el
resto no quiere: la escenografía ha sido una tarea muy difícil en
este trabajo.
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